La semana pasada pude probar los vinos del proyecto Vinos de Potrero que pertenecen a Nicolás Burdisso y su esposa Belén Soler Valle.
Belén además es la manager del proyecto. La enología está a cargo de Bernardo Bossi Bonilla.
Belén y Nicolás contaron que empezaron por placer y pasión ya que les gustaba (gusta) el vino y el hecho de estar viviendo desde hace 15 años Italia, en contacto permanente con el vino, las fincas y demás, hizo que de a poco empezaran a interesarse.

En 2008 surgió la posibilidad de comprar una finca en Gualtallary, puntualmente en Tupungato Winelands, y así empezaron.
En el año 2011 hicieron la primera vendimia y en el año 2012 empezaron a hacer vino para consumo propio.
Ya en el año 2014 hicieron El Debut y comenzaron a pensar en hacer algo más serio.
[su_quote cite=”Belen Soler Valle”]Es un proyecto como familia para que perdure en el tiempo.[/su_quote]
El nombre de Vinos de Potrero es, según contaron, una analogía que hacen entre el terroir y el potrero de fútbol ya que el potrero es donde se forman, en situaciones adversas, los jugadores que luego son reconocidos en el mundo.
“Con el terroir pasa lo mismo, cuanto más pobre es en suelos, más adversa es la situación, mejores son los resultados obtenidos” agrega Bernardo Bossi Bonilla.
La excusa para conocer todo esto era probar el flamante Chardonnay de Potrero 2017 y, de paso, el resto de la línea ;).

Malbec de Potrero 2016: es el entry level, son uvas 100 por ciento de Gualtallary.
Resultó fresco, amable. Frutal. En boca buena acidez, de cuerpo medio con mucha fruta roja.

Reserva de Potrero 2016: hay barrica, trabajo más minucioso en la concentración.
Resultó algo más vegetal. Fruta roja tipo cereza. En boca más volumen, astringencia. Buena acidez. Tiene potencia pero sin perder frescura.

Gran Malbec de Potrero 2015: la finca está atravesada por un rio seco, hay mucha piedra, hay baja producción natural y por ello se cosecha por separado.
Necesitaba tener paso por barrica nueva de entre 10 y 14 meses.
Resultó con fruta roja más madura. Leve especiado. En boca se nota más la presencia de madera, hay volumen y persistencia. Un tiempo más en botella le vendrá muy bien.

El Debut 2014: el primer vino que hicieron. Es un blend de Malbec, Cabernet Franc y Syrah.
Resultó de aromas más complejos. Fruta madura y algo mentolado. En boca tiene estructura, volumen y potencia. Buena acidez y fruta roja. Final persistente.

Chardonnay de Potrero 2017: la novedad fue el último vino que probamos. Viene a acompañar al Malbec de la misma línea.
El diez por ciento del vino está fermentado en barricas usadas y luego el veinte por ciento del vino fue criado seis meses en esas mismas barricas.
Resultó de nariz expresiva, algo de limón y cítricos. En boca tiene buen volumen, algo untuoso aunque no cansa. Acidez y final medio.

No quieren que el proyecto sea conocido como “el vino de…”. Quieren que el vino esté antes de la figura pública.
Viajaron, aprendieron, visitaron bodegas, probaron vinos y todo eso se nota en la forma de comunicar y el criterio del camino que quieren tomar.
Gracias a Stella Dottavio por la invitación y a Nicolás, Belén y Bernardo por el tiempo y la dedicación. Salú!
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De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!