Durante la degustación en la cual los Argentina Wine Bloggers pudimos probar algunas novedades de Altos Las Hormigas también, como bonus track, se dio la posibilidad de conocer y probar el trabajo que están desarrollando en Cahors, Francia.
Todo comienza en el verano de 2013 cuando Antonio Morescalchi y Pedro Parra llegan a Cahors siguiendo las huellas del Malbec, llegando a su lugar de origen.
La primera uva de Malbec en el mundo creció en las laderas de esta localidad francesa resultado de una cruza natural de dos antiguas cepas locales.
La principal característica de esta zona del mundo es su suelo calcáreo, algo escaso en Mendoza. Ese carácter hace que, según cuentan en Altos Las Hormigas, la mayoría de los enólogos de Cahors terminen haciendo vinos tánicos.
Y esa fue la motivación, hacer vinos más equilibrados. Así comenzaron a trabajar junto a tres productores locales, cada uno con un terroir diferente.
El primero de ellos es Domaine du Prince, pertenece a la familia Jouves y es posiblemente la familia viñatera activa más antigua de la región. Tienen distintas parcelas de viñedo en las colinas.
Luego está Chateau les Croisille, pertenenciente a la familia Croisille quienes tienen propiedades en Fages, en la cima de la colina y en Luzech, una terraza junto al río.
Por último la familia Barat-Sigaud posee dos propiedades diferentes en el área de Prayssac. Tienen un viñedo en una ladera, siendo de los pocos que quedan en la región y otro en una terraza aledaña al Río Lot.
Ahora sí, luego de las presentaciones de rigor (?) vamos a los vinos.
Las primeras etiquetas que probamos fueron las pertenecientes a la línea Terrasse cuyos viñedos están ubicados en las terrazas del Río Lot.
Causse du Vidot Terrasse: Este Malbec proviene de un viñedo en Luzech, propiedad de la familia Coisille. Es un viñedo orgánico y se cosecha a mano. Su orientación al sur hace que tenga exposición solar directa.
Mi parecer: En nariz es austero, con una nota como de brett aunque Alice comentó que no lo tiene. En boca tiene buena acidez, cero fruta, nada que ver a un Malbec de Argentina.
Causse du Theron Terrasse: Proviene de un viñedo en Souturac, propiedad de la familia Sigaud. Se realizó una micro selección del terroir dentro del viñedo para elegir las uvas a cosechar. Tiene una crianza de 12 meses en pequeñas piletas de concreto.
Mi parecer: En nariz es algo más familiar a lo que acostumbramos acá. Se nota el paso por cemento. En boca tiene una acidez media-alta, tiene frescura aunque lo noté algo corto.
Luego llegó el momento de probar la línea Plateau que resulta ser una selección de terroir de las cimas de las colinas, allí hay gran cantidad y diversidad de suelos y climas.
Causse du Vidot Plateau: Proviene de una selección de parcelas de viñedo en Fages, propiedad de la familia Croisille. También es un viñedo orgánico y se cosecha a mano. Fue criado en piletas de concreto durante 24 meses.
Mi parecer: En nariz resultó elegante, algo de fruta madura. En boca es equilibrado, con acidez media y final persistente. De lo más cercano a nuestro Malbec.
Causse des Ons Plateau: Proviene de una selección de parcelas de viñedo en Cournou, propiedad de la familia Jouves. También fue criado en piletas de concreto durante 24 meses.
Mi parecer: En nariz algo expresivo, dificil de describir. En boca algo de fruta madura, como si estuviera yendo a una evolución, es más cargado. Seguramente la guarda lo mejora.
Por último probamos la etiqueta que pertenece a la línea En Pente, que significa “en las laderas”. Así estaban plantados la mayoría de los viñedos en Cahors antes de la filoxera. Esta posición permite una muy buena exposición a la luz solar.
Causse du Theron En Pente: Este viñedo es propiedad de la familia Barat-Sigaud, en el área de Prayssac. Fue cosechado a mano y criado por 18 meses en cubas de concreto.
Mi parecer: En nariz algo de frescura. En boca es de acidez alta, con algo de calcáreo. Fue el más complejo de todos, con un final persistente. Lo más similar a algún vino de Valle de Uco.

La verdad que fue una gran experiencia aunque me resultó bastante dificultoso entender (aun no lo logré) los vinos de Cahors. Perder las referencias y lugares comunes a los que uno está acostumbrado fue una situación novedosa y que sirvió como ejercicio.
Ojalá a lo largo del año encuentre más vinos con estilos tan diferentes para seguir aprendiendo. Nuevamente gracias a Alice y al equipo de ALH. Salú!

De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!
Nico, creo que estamos acostumbrados a tomar vinos muy dulces (sobremaduros y alcohólicos) gracias al fucking paladar que nos impusieron los puntos parqueritos y el innombrable Rollando. Personalmente casi no tomo Malbec por esa deformación hacia lo dulce que en algunas otras cepas tintas no se encuentra tan acentuado.
No obstante no creo sea muy bueno el malbec de Cahors y te creo que le hayas notado Brett, acidez elevada y vinos “cortos”.
Abrazo
Fabián, sí, es probable que nos hayamos acostumbrado a lo que decís aunque también es cierto que desde hace un tiempo la tendencia va hacia otro lado y, aun así, estos vinos de Cahors los sentí lejos… Será cuestión de seguir probando 🙂 Salú!
Hola Nico, una gran experiencia sin dudas!!
Entiendo perfectamente lo que sentiste con estos vinos. Yo tuve la suerte de estar en Cahors y probar varios Malbec de allí (aún tengo un 2009 guardado) y recuerdo que el primero que probé casi lo escupo.
Acostumbrado a nuestra “dulzura” y “frutalidad” de nuestro malbec, uno se encuentra con un pedazo de piedra intragable… Luego, en la medida que vas probando, y haciendo un nuevo paladar más amplio y entendés que estas uvas nacen y crecen en un lugar absolutamente diferente al nuestro, comenzás a disfrutar de lo lindo… diversidad y apertura mental y hedonismo puro.
En lo particular, me gustan mucho los malbec de Cahors aunque como en todos lados, hay algunos que son más ricos y otros menos.
Abrazo grande amigo!
Rumbo, gracias por pasar y comentar. Totalmente de acuerdo, es una cuestión de cambio de chip… cuesta, mucho… pero creo y espero poder “trabajarlo” durante el año para así pasar al hedonismo 🙂 Salú!