La visita a Weinert durante el VinoApp Trip era una de las que más expectativas me generaba ya que nunca había tenido la posibilidad de probar sus vinos y encima todos juntos.
Su historia comienza cuando Bernardo Weinert, brasilero y empresario de logística, se enamora de Mendoza en uno de sus viajes a Chile. Descubre en Luján de Cuyo una bodega, o las ruinas de ella, y decide comprarla.
Así nace Bodega y Cavas de Weinert. O Weinert para los amigos (?).

Junto a Don Raúl de la Mota comienzan la reconstrucción de aquella bodega que en algún momento se llamó Fontán, y la convirtieron en un ícono para la producción de vinos de alta gama con la mejor tecnología de aquella época.
Muchos toneles de la bodega El Globo y Giol fueron comprados para conformar la colección de 233 (!) toneles actual.
En total tienen tres millones de litros en piletas y 1.3 millones de litros en los toneles. Parece un milagro que esto sea así después de los quilombos vaivenes que ha tenido Weinert a lo largo de su historia y que la llevaron de tener 75 hectáreas propias en el año 1976 a 0 (CERO) en 2018.

Para recorrer las instalaciones y luego hacer la degustación de los vinos nos esperaba Hubert Weber quien es el enólogo desde el año 1996.
Hubert es de origen suizo pero se siente argentino casi desde el momento en que pisó Mendoza por primera vez.

En ese recorrido se podían ir descubriendo hileras casi infinitas de toneles y botellas de vino de añadas increíblemente antiguas para lo que uno está acostumbrado a encontrar en otros sitios.
Como la de la foto de arriba que es de un sello inspector de un Malbeck (con k) que tiene fecha de extracción 14-02-1947 (!).

Desde hace unos meses en Weinert están en un proceso de resurgimiento que incluye el rediseño de las etiquetas de la línea Carrascal, la ampliación del portfolio con líneas nuevas y de añadas especiales y el cambio en la comercialización de la mano de SOMA.
Les había dicho que pude probar varios de los vinos que hacen así que vamos a por ello 😉

Carrascal Tempranillo 2013: pasa un año en tonel y un año en botella. Es de un viñedo ubicado en Ugarteche.
De fruta roja y algo especiado. Algo de café también. En boca buena acidez, algo astringente. Buena presencia de fruta roja y final medio.
En un confuso episodio olvidé tomar la fotografía de la etiqueta del Malbec. De todas maneras es igual a la del resto de la línea 😉
Carrascal Malbec 2013: pasa un año en tonel y un año en botella.
En aromas tiene algo de ciruelas, algo floral también. En boca es de acidez media, con fruta roja y un leve cuero. Taninos marcados y algo especiado al final.

Carrascal Cabernet Sauvignon 2013: pasa un año en tonel y un año en botella.
Bien marcado el pimentón, algo ahumado y cuero. En boca buen acidez, algo especiado, con volumen y frescura.

Carrascal Corte 2013: es un 40% Malbec, 30% Cabernet Sauvignon y 30% Merlot. Pasa seis meses en pileta y la mitad de la producción, unas 80 mil botellas, son exportadas a Noruega.
En nariz algo de tomate, especiado y un leve floral. Algo de fruta roja madura. En boca buena acidez, más presente la fruta, taninos amables, algo floral.

Carrascal Corte Especial 2013: es una edición por los 40 años de la Bodega y está hecho con vino de 11 añadas de entre los años 2004 y 2017. Hay 40 mil botellas.
En nariz hay más fruta madura, algo de especiado y cuero. Buena acidez, bebible, jugosos y equilibrado.

Weinert Merlot 2007: de nariz con fruta roja, frambuesa, algo especiado. En boca taninos finos, acidez, fruta presente. Muy vivaz y persistente.

Weinert Malbec 2006: algo de ciruela madura, miel, hay un especiado en el fondo. En boca buena acidez, taninos firmes, persistencia. Bastante jugoso.

Weinert Cabernet Sauvignon 2006: especiado, algo de fruta madura, un fondo dulce que no distinguí qué era. Buena acidez, algo de cuero, leve fruta algo apagada. Especiado y de final prolongado.

Tonel Único 183 Cabernet Franc 2013: originalmente saldrá con otra etiqueta. Son viñedos de Barrancas y hay sólo 300 botellas.
En nariz bien herbáceo, algo de especias y fruta. En boca acidez media, volumen, frrescura. Lo herbáceo presente sin ser molesto. Elegante y de final persistente. Tiene cuerda para rato.

Cavas de Weinert 2007: algo de higo, algo de ciruelas, cuero. Hinojo. En boca acidez media, fruta, taninos marcados. Astringencia y frescura.
Cavas de Weinert 1997: nariz bien expresiva, algo de especiado, algo de fruta más bien madura. Tomate. En boca acidez marcada, fruta roja, taninos firmes. Conserva frescura. De final persistente y elegante.

Tonel Único 111 Malbec 1994 : algo balsámico, fruta leve y toque floral. En boca buena acidez, chocolate, algo cargado pero con un toque de frescura. Potente y elegante.

Estrella Merlot 1999: algo de especias, azafrán, fruta más madura. Tomillo. En boca hay fruta tipo cereza, taninos bien firmes, acidez, elegancia y persistencia.

Gran experiencia recorrer salas de toneles con años y años de historia y más aun poder después probar los diferentes resultados que se pueden obtener con este estilo de crianza.
Si bien no es el estilo de vino que más me gusta tomar es innegable que Weinert tiene una marca registrada en sus maneras. Cuando uno prueba este tipo de vinos empieza a entender un poco más la historia del vino argentino.
Gracias Hubert por el tiempo y la degustación. Salú!
Pueden leer todas las notas sobre el #VinoAppTrip acá.
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De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!
Que hermosa bodega y una excelente historia de reconstrucción.