El día después de la Premium Tasting fuimos hasta Alfa Crux, anteriormente O.Fournier, donde nos esperaba su enólogo José Spisso.
Digo anteriormente porque desde el año pasado pertenece a Familia Agostino, de origen canadiense, lo que implicó el cambio de nombre y un rediseño total de todas las etiquetas como parte de la transición que vienen haciendo.
El equipo técnico, la enología y los vinos seguirán siendo los mismos y se mantienen las líneas, ya que el cambio implica lanzar la marca como una nueva.
A José lo pude conocer en una vertical histórica.
Comenzamos el recorrido charlando un poco acerca de los orígenes de la bodega y así nos contó como Ortega Fournier quiso plantar, por sus orígenes españoles, la variedad tempranillo para que sea la base de todos los vinos.
Eso dificultó encontrar productores que la cosechen pero la primera elaboración la hicieron con productores de Pareditas cuyas viñas tenían más de 80 años de antiguedad.
José contó que tuvieron que aprender y entender la cepa ya que acá, por ejemplo, se riega y en Ribera del Duero no, acá la baya es más grande y en España no.

La primera añada fue la 2001 y fue vinificada en otra bodega ya que recién en 2002 terminaron la construcción de lo que hoy es la bodega. Además en 2007 inauguraron el restaurante que fue uno de los primeros.
Los primeros vinos tuvieron, logicamente como bodega nueva, barrica 100% nueva y recién en 2008 elaboraron con plantas propias que plantaron en 2001, con conducción en baso. Recién en 2009 lo hicieron en espaldero.
Ahora lo que más tienen es malbec, conservan tempranillo y hay merlot, sauvignon blanc, syrah y gewurztraminer. La capacidad total es de un millón de litros pero no superan los 800 mil kilos de elaboración.
En sí Alfa Crux está ubicada en El Cepillo y tiene 256 hectáreas. Hay 170 en producción y tienen un proyecto llamado Wine Partner donde 50 hectáreas están repartidas entre 37 personas de 10 países que producen su propia etiqueta.
Desde Alfa Crux llevan el manejo de los viñedos y una vez al año cada propietario elige el corte a embotellar.
Además pueden construir su propia casa, hay dos ya terminadas, y dentro de todo este proyecto también está proyectada la construcción de un hotel.
La bodega, desde lo arquitectónico, merecería un post aparte por ser un referente tanto en funcionalidad como en paisaje.

José, que está en Alfa Crux desde el comienzo, contó que se basaron en el estilo europeo en cuanto a lo referido a buscar la afluencia de turismo. De hecho actualmente reciben 12 mil visita al año.
Lo que se refiere puntualmente a la arquitectura se basó en integrarla al desierto más allá de que llama la atención a la distancia. Pero no solo es eso si o que desde el más mi mínimo detalle hasta lo vinculado al área técnica está pensado para ser funcional y permeable a los cambios en un futuro.

Cada columna que “sostiene” la estructura es utilizada como almacenamiento de vino ya que dentro tiene tanques de acero inoxidable. En la sala de barricas tienen 1800 barricas de distintos tamaños.
Por supuesto la visita incluyó probar las añadas actuales de los vinos que están en el mercado y algunas perlas fuera de programa (?) .

B Crux Malbec 2016: fruta bien presente en nariz y en boca. Acidez media. Tiene un fondo especiado, taninos firmes. Una bomba.

B Crux Blend 2012: algo de especias, pirazina al fondo. Fruta más madura, café, buena acidez, volumen. Persistente. No hay signos de evolución notorias.

Alfa Crux 2010: floral, violetas, algo de fruta roja, cerezas. Acidez presente, fruta, algo de madurez pero muy fluido y vivaz.

Alfa Crux Malbec 2012: fruta roja, algo de madurez. Algo de rosas. Acidez media, textura, fruta roja. Buen volumen, fluidez.

Alfa Crux 2002: algo especiado, hinojo, fruta madura. Acidez, volumen. Increíblemente fresco. Fruta madura pero no densa.

Alfa Crux Malbec 2003: primer malbec que hicieron. Nunca lo mostraron al público luego de que saliera del mercado. Un honor poder hacerlo con los colegas de AWB.
En boca con buen volumen, buena acidez. Fruta negra. Taninos firmes. Realmente no parece un 2003, conserva potencia y fruta típica de la cepa.

Alfa Centauri 2008: de Valle de Maule, primer vino que hicieron en Chile. principalmente cabernet franc, merlot y carignnan.
Herbal, pirazina, café, tostado. Conserva acidez, astringente. Fruta madura pero sin perder cierta frescura.

Para cerrar José nos contó que en Alfa Crux mantienen una continuidad que hizo que en su momento no híper concentraran y que en otro no tuvieron un desprecio hacia la madera por sobre la fruta.
Resultado? Vinos de puta madre. En serio, es increíble como desde la añada 2016 hasta el 2002 mantienen un hilo conductor marcado por el equilibrio, la fruta con vivacidad y una fluidez insospechada para los años que tienen.
Fue un verdadero placer charlar con José y poder entender la filosofía y los nuevos rumbos, sobre todo en cuanto a marca, que va tomando Alfa Crux. Salú!

De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!