Siempre seguí de cerca la línea Innovación de Santa Julia pero nunca los había probado todos juntos.
Así que un poco inspirado en la nota de Francisco decidí juntar las seis etiquetas de Innovación de Santa Julia que están disponibles actualmente y degustarlas todas juntas.
Entonces con la Cueva de Musu como sede y la ayuda de Vino con Junior y Toraba Wines me dispuse a probar cada uno de los varietales de la línea.
Actualmente en Santa Julia tienen 17 hectáreas, de las 475 que poseen en Santa Rosa, que son destinadas para el cultivo de más de 35 variedades originarias de diferentes regiones del mundo y poco difundidas en la Argentina.
La vinificación se realiza en pequeños tanques de 3 mil a 7 mil litros en la sala experimental de fermentación que Santa Julia tiene en Maipú, Mendoza.
De estas líneas se elaboran partidas muy limitadas y el precio de venta al público es de $190.
Probando los vinos
Santa Julia Innovación Verdelho 2017: es una variedad originaria de Portugal y cultivada en la isla de Madeira y el Valle del Duero.
Fue fermentado en tanques de acero inoxidable, utilizando levaudras seleccionadas, durante 20 días. Se conservó en tanques de acero inoxidable hasta el momento de embotellar.
El vino en sí resultó algo tímido en nariz aunque en boca tiene una acidez bien marcada, incluso a medida que sube la temperatura van apareciendo más notas de limón, con cuerpo medio y fresco tiene alguna reminisencia del Polígonos Verdejo.
Santa Julia Innovación Fiano 2017: variedad blanca originaria del sur de Italia, donde su exponente más conocido es el Fiano di Avellino.
Fue vinificado de la misma manera que el Verdelho.
En este caso se notó un vino más intenso tanto en nariz como en boca. Algo de manteca, untuoso y con cierta acidez que le aporta algo de frescura. Un vino más elegante y que se bancaría varios platos diversos.
Santa Julia Innovación Carmenere 2017: variedad tinta originaria de Bordeaux, Francia, casi desaparecida durante la crisis de la filoxera. Fue introducida en Chile y confundida con Merlot hasta el año 1994 cuando se la identificó genéticamente. Desde entonces, constituye la variedad emblemática de ese país.
La vinificación fue en molienda, con siembra de levaduras seleccionadas, con diez días de maceración realizando pigeage y delestage alternados en tanques de acero inoxidable. Luego pasó cuatro meses en contacto con madera de roble francés.
En primera instancia mostró una nariz intensa, expresiva, con destellos herbáceos que lo hizo asemejarse a un Cabernet Franc, luego fue aplacándose. En boca resultó con buena acidez pero bastante notoria la madera.
Santa Julia Innovación Marselan 2017: variedad tinta obtenida en el INRA (Francia) por el cruzamiento genético de Cabernet Sauvignon y Garnacha.
Está vinificado con molienda y descobajado. Fermentó con levaduras autóctonas con maceración durante 20 días en las que se hizo remontaje y deletage periódico. Crianza en tanques de acero inoxidable.
En este caso está bien presente la fruta roja, algo de moras y un poco de ciruelas (aunque leve). En boca es robusto pero delicado y sabroso. Hay bastante fruta roja que lo hace ágil pero sin resignar algo de agarre.
Santa Julia Innovación Arinarnoa 2017: variedad tinta obtenida en el INRA (Francia) por el cruzamiento genético de Merlot con Petit Verdot.
Vinificado en molienda con siembra de levaduras seleccionadas y maceración durante diez días. Le realizaron pigeage y delestage alternados en tanques de acero inoxidable. Tuvo cuatro meses en contacto con madera de roble francés.
Tanto en nariz como en boca es un vino más opulento, musculoso. Es bastante astringente. Hay fruta madura que va apareciendo copa a copa. Es de final largo y persistente.
Santa Julia Innovación Ekigaina 2017: variedad tinta obtenida en el instituto científico de investigación agronómica de Burdeos, Francia, entre el cruzamiento genético de Tannat y Cabernet Sauvignon.
Con molienda y siembra de levaduras seleccionadas tuvo vinificación clásica con diez días de pigeage manual y delestage. Con maduración sobre roble durante 6 meses.
Tiene marcada la pimienta blanca en nariz. En boca hay algo de fruta madura, notorio el paso por madera, con volumen y persistencia. Más atractivo en aromas que en boca.
Conclusiones
En conclusión me parece atractiva la idea Innovación de Santa Julia en cuanto a tener una línea de este estilo que acerque cepas no tradicionales a precios razonables.
Ambos blancos están muy bien para la gama que ocupan. El Verdelho es bien fresco e ideal para las temperaturas de estos días. Creo que el Fiano está un escalón más arriba en todos los aspectos.
Quizá me hace un poco de ruido la permanencia del Carmenere como “innovación” siendo que hay otras etiquetas en el mercado. A mi entender es el vino más de manual de los seis.
En el caso del Ekigaina seguramente conformará a quienes buscan vinos más intensos y cargados y de paso cañazo (?) exploran nueva variedad.
Sin dudas los dos vinos que más me gustaron fueron el Marselan y el Arinarnoa. El primero porque tiene un buen equilibrio entre la complejidad, la presencia y la bebebilidad.
El segundo porque me parece el más complejo de todos, distinto y con una mezcla entre lo conocido y lo exótico que le gustará a más de uno.
Agradezco a Nancy Johnson, embajadora de marca de la Bodega, por las muestras de Innovación de Santa Julia que me facilitó 😉 Salú!
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De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!