El comienzo de la vuelta a la normalidad se dio con la invitación a probar la nueva añada de Eolo 2018, el vino ícono de Trivento, junto a su enólogo Germán Di Césare.
Junto a él no solo probamos esta novedad sino que además hicimos una mini vertical con las cosechas 2010, 2013 y claro, 2018 de Eolo.
La idea de la vertical fue recorrer un poco lo que han ido transitando por el viñedo. Los cambios que fueron sucediendo hasta la actualidad.

Antes de pasar a los vinos en sí, Geri nos contó un poco sobre la historia del viñedo que utilizan, 20 hectáreas plantadas en 1912 sobre la vera del río Mendoza, en Luján de Cuyo, de las cuales utilizan 4 para vinificar este vino.
Viña que el propio Geri visitaba de chico junto a sus primos y a las que hoy le toca ir para seguir de cerca el cuidado de estas uvas que en su momento la bodega utilizó para el Golden Reserve 2000.

Empezamos con el Eolo 2010, un vino del que hicieron 5020 botellas y tuvo una crianza de 18 meses, el 70% en roble nuevo y el resto en usadas.
Geri comentó que en este caso el vino tiene un estilo más concertando, con el alcohol más cerca del 15%. En parte porque fue cosechado en la última semana de abril y tuvo maceraciones largas.
En aromas hay fruta negra madura. Higos. Hay un leve mentolado también, con un toque de canela. En boca conserva la acidez, con cuerpo medio, fruta madura y alguito especiado.

El segundo vino fue Eolo 2013, del que hicieron cerca de 8086 botellas. También con una crianza que tuvo el 70% en barricas nuevas.
Geri nos contó que fue un año que le gustó mucho ya que fue más frío que 2010. Si bien la elaboración fue similar, lograron alcoholes más bajos.
En nariz hay fruta fresca, también más de fruta negra. El la boca hay densidad, volumen y fruta que inunda la boca, con una acidez más presente. Taninos sedosos, fluido y de final laaaargo y persistente.

Como no podía ser de otra manera cerramos con Eolo 2018, tinto del que elaboraron 11500 botellas. En este caso fue cosechado a mediados de marzo y maceró no más de 25 días.
Geri contó que hicieron cosechas más precisas, no tempranas. Además, la crianza fue de 16 meses. Mitad en roble de primer y segundo uso, y la otra mitad en foudres.
De aromas con presencia de fruta roja, cerezas, hay más toques herbales. En boca tiene más nervio. Taninos algo más rústicos, fruta y acidez presente. Algo más herbal también, probablemente un par de años en botella lo transformen en un gran vino.

Un placer volver a las degus presenciales y ni que hablar que además me dio la posibilidad de comparar mano a mano distintas añadas para descubrir algunos cambios que vienen desarrollando en el estilo de los vinos.
Gracias a Martín y Victoria por la invitación y a Geri por las explicaciones bien didácticas. Salú!
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De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!