Llegan los últimos días del año y es momento de hacer un balance de los vinos que pude probar durante todo el 2019.
Por supuesto que es una selección caprichosa y subjetiva de aquellas etiquetas que más llamaron mi atención. Ya sea por mostrar un estilo distintos, por innovar con la cepa utilizada o bien por mantenerse fiel a una escuela o forma de vinificar.
Así que sin más, acá van los vinos que más me gustaron en 2019, todos (des) ordenados en blancos y tintos, sin ningún criterio específico.
Los blancos
BenMarco Gualtallary 2018: en la línea BenMarco están afinando cada vez más el lápiz y algunos resultados se pueden ver claramente como con este chardo, algo austero en nariz, con acidez media alta y una persistencia fresca.
Colomé Estate Torrontés 2019: hay búsquedas para dar con un perfil de torrontés más amable, sobre todo en su final. Este, sin perder la impronta tiene un sutil perfil más fresco, amable y bien bebible.
Apple Pinot Gris 2018: este es de los pocos blancos que año tras año sigo eligiendo. Mantiene una acidez exquisita. De los pocos pinot gris del mercado este rankea bien alto.
Casarena Estate Chardonnay 2019: ya lo había recomendado en los #AWBDescorcha y no se puede quedar afuera de esta lista. Amable con el bolsillo, sin caer en lo mantecoso que puede resultar un chardo y con tapa a rosca.
Paradoux Blend Blanco NV: es sin dudas el mejor blanco que probé este año. Corte de semillón y sauvignon blanc, tiene madera y tiene frescura. Tiene volumen y tiene fluidez. Turco, te amo.
LoSance Riesling: durante la feria de Productores Amigos presentaron, además de los espumosos, algunas muestras de vino tranquilo que formaran parte de la línea de blancos del proyecto. Entre esos, este riesling me gustó mucho. Fresco, con mucha potencia en boca. Veremos qué tal sigue cuando salga al mercado.
Alma Gemela White Field Blend: otro corte, en este caso de chardonnay, marsanne y roussanne. Tiene estructura, es floral y elegante. Gran equilibrio entre la complejidad, tanto en aromas como en boca, y la frescura que lo hace muy amable.
Pielihueso Blanco 2019: lo pude probar en #DeLaVendimiaALaCueva, es un corte de torrontés y chardonnay, sí, igual que el del naranjo, pero que no tiene contacto con las pieles lo que dio un vino muy fresco y con una acidez bien marcada.
Otronia Chardonnay 2018: hace apenas unos días me invitaron a la presentación de este proyecto que es de Chubut, propiedad de Bulgheroni y no les digo más porque la semana que viene hay post. El vino? Un chardo con una acidez bien marcada, distinto a todo lo que probé durante 2019. Fruta blanca, algo floral, intenso y jugoso.
Norton Gruner Veltliner: acá hay trampa porque es un espumoso pero no querías dejar de ponerlo. La primera vez que pude probarlo fue en 2018 en una visita a la bodega. El recuerdo de aquel entonces era el de un vino fresco, donde predomina lo frutal y con una acidez media muy interesante. Volví a probarlo en estos días y mantiene esos rasgos. Además, ¿alguien conocía la gruner veltliner? (?).
Los tintos
4 Gatos Locos Gualtallary 2017: uno de los últimos lanzamientos de Chakana. Lo hacen con malbec de Tupungato Winelands. Tiene paso por madera pero está bien ensamblada, tiene cierta nota rugosa de la zona que le da frescura. Con potencia, hay fruta y hay un leve balsámico. En una palabra? Rico.
Sunal Ilógico Criolla 2018: el proyecto de Agustín Lanús sigue creciendo en su portfolio. Una de esas novedades es la criolla que elabora en la línea Ilógico. Con presencia de fruta roja, ya desde el color resulta con algo más de “carne” que otras elaboradas en Mendoza o incluso en el NOA. Será interesante seguir su evolución.
Antonia Ginard Petit Verdot 2017: no conocía la bodega y hacía rato que no me cruzaba con un petit verdot tan domado como este. Sedoso, algo maduro, con una acidez que lo hace muy amable.
Trivento Golden Reserve Black Series Syrah 2017: estúpido y sensual syrah. Tengo cierta debilidad por la cepa y en este caso es un buena opción para descubrir todo lo que tiene para darnos (?). Hay cierta madurez, buena acidez, potente pero sin romper la boca.
Laborum de Parcela Malbec Finca Alto Río Seco 2017: la línea Parcela tiene varios puntos altos y uno de ellos es este malbec. Buena presencia de fruta roja, acidez presente que le da fluidez aunque también tiene volumen y un final algo más especiado.
Colonia Las Liebres Malbec 2018: es posible que la apreciación de este vino sea algo sesgada por el contexto en donde lo bebí (?). Pura fruta roja, amable, fresco y ligero. Una gran opción para los días que se vienen.
B Crux 2016: también lo probé en bodega y es una clara muestra de lo rico que evolucionan los vinos de Alfa Crux. Cierta madurez, fruta negra y roja. Tiene una acidez digna de un 2019 que acomoda todas las piezas.
Domaine Nico Grand Pere 2017: proyecto de Laura Catena que consiste en pinot noir. De todos ellos, muy ricos por cierto, me conquistó el Grand Pere. Elegante, con presencia pero sin ser cargado. Textura, acidez, el toque de fruta y un final delicado.
El Esteco Blend de Extremos Cabernet Sauvignon 2018: el crédito del NOA en los tintos se lo lleva El Esteco. Amigo del bolsillo, es una clara muestra de que el cabernet suavignon no necesariamente debe ser jugo de pimientos.
Aluvional Los Chacayes 2015: la línea Aluvional nunca estuvo entre mis favoritas pero en la nueva añada disponible en mercado, la de Chacayes me gustó mucho. Tiene fruta roja, tomillo. Hoja de tomate. Acidez media, cuerpo, taninos algo marcados. Fruta roja y final medio largo. Completito.
Corazón del Sol Syrah 2016: no recuerdo si les había dicho que me gusta el syrah pero no podía faltar este. Tiene en nariz mucha fruta roja. De buena acidez, fruta roja, tiene volumen pero también es directo y jugoso. Un encanto (?).
2 KM Cabernet Sauvignon 2017: si vos querés reunir un tinto, no malbec, que tenga las particularidades de Altamira, entonces este es el vino. Algo especiado, con textura y una acidez que lo hace fluido.
Desquiciado Salvaje Cabernet Franc 2017: cerramos con este franc que elaboran Gonzalo Tamagnini y Martín Sesto. Un tinto con alguna nota herbal, buena acidez, tiene un toque frutal y es jugososo.
Hasta acá mis vinos favoritos del 2019. Insisto, es una selección subjetiva y caprichosa. A terminar bien lo que resta del 2019 y arrancar mejor el 2020. Con vino, por supuesto. Salú!

De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!