La cosecha 2022 representa un nuevo capítulo en la historia del Grand Cru de los Andes,
consolidando un estilo definido por la diversidad varietal —Cabernet Sauvignon, Malbec y Petit
Verdot— y por la riqueza de sus orígenes: dos fincas emblemáticas de Mendoza, Las Compuertas
y Paraje Altamira.

Esta vendimia se distingue por el protagonismo del Cabernet Sauvignon, que representa el 65%
del blend, acompañado por un 30% de Malbec y un 5% de Petit Verdot. Esta composición no solo
reafirma una identidad estilística, sino que también refleja más de quince años de trabajo conjunto
con el equipo de Château Cheval Blanc, orientado a comprender, interpretar y potenciar cada
parcela del viñedo.

El microclima de Las Compuertas, protegido por la precordillera, aporta vinos densos, profundos. En
contraste, Paraje Altamira —bajo la influencia directa de la cordillera de los Andes— ofrece Malbecs
florales, etéreos y de gran elegancia. Esta dualidad de terroirs, sumada a la diversidad varietal, otorga al vino una complejidad excepcional.

En Cheval des Andes, ambas fincas se dividen en parcelas que cuentan con un manejo agronómico
individual. Cada una se trata como un pequeño viñedo, adaptando las tareas para extraer su mejor
expresión. Esta mirada de vigneron (viñatero) continúa en la bodega: las 36 parcelas se cosechan
y vinifican por separado, cada una en su propio tanque, lo que permite revelar su identidad única,
comprender sus matices y construir, a partir de ellos, un assemblage fiel a la expresión más pura
del terroir.

La crianza se lleva a cabo en una combinación de formatos: barricas bordelesas de 250 y 400 litros, y foudres de 25 hectolitros.

Este enfoque preserva el equilibrio y la frescura logrados en la vendimia.

En términos climáticos, 2022 fue una cosecha clásica en Mendoza, caracterizada por temperaturas
estables y marcada amplitud térmica, condiciones ideales para una maduración progresiva y
equilibrada.

Esto permitió al equipo de viñedos realizar cada labor manual de forma cuidadosa y
ordenada en las 36 parcelas.

Tras estas lluvias, la maduración se desarrolló bajo condiciones ambientales excepcionales, sin
nuevas precipitaciones y con un estado sanitario óptimo al momento de la cosecha. La vendimia se
concentró entre el 3 y el 17 de marzo, en un período breve pero preciso, que permitió capturar el
punto ideal de madurez de cada variedad y parcela.

Cheval des Andes 2022 es más que una nueva añada: es la afirmación de un estilo, la síntesis de un lugar y la expresión madura de un vino que se reconoce, con claridad, como un verdadero vino de Cru.

Deja un comentario

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

    No me dejes hablando solo, comentá!