Una de las visitas marcadas en el itinerario del último viaje a Córdoba era la que tuvo lugar en los viñedos de Achala Bodega Exótica, bodega ubicada en Traslasierra.

Hasta allí llegué para ser recibido, junto al grupo de La Cueva de Musu, por Gabriel Gorné, enólogo residente, y Guillermo Cacciaguerra ingeniero agrónomo y consultor. Ambos nos contaron las características del lugar, la viña y la historia de Achala Bodega Exótica.

Gabriel Gorné y Guillermo Cacciaguerra
Gabriel Gorné y Guillermo Cacciaguerra

El proyecto, liderado por Walter Sinay, nace en el año 2009 aunque recién la primera cosecha comercial es la 2018. Por aquellos años Walter venía de visita a lo de un viticultor francés vecino y, en cada una de ellas, quedaba cada vez más enamorado del lugar. Finalmente, luego de un par de idas y venidas, logra comprar lo que es la finca actual a unos alemanes.

A partir de ahí, la incógnita sobre qué hacer y cómo llevarlo a cabo fue creciendo hasta que se dio una reunión con Alberto Antonini, enólogo italiano creador de Altos Las Hormigas entre otros proyectos, quien les sugirió que estudiaran el lugar a través de una consultora llamada Matura Latinoamerica.

El equipo de esa consultora estaba integrado por Mario Japaz, un tal Pedro Parra (?) y Guillermo Cacciaguerra, quien continúa en el proyecto de Achala Bodega Exótica.

Vista del viñedo de Achala Wine
Vista del viñedo de Achala Bodega Exótica

Lo cierto es que unos meses después de la visita de campo Parra les envía, desde Chile, un estudio de electro conductividad (que aun no estaba disponible en la Argentina) con un informe minucioso que, a partir de las características de suelos, agua y clima recomendaba plantar delimitando las viñas en “clos”, bien al estilo francés.

Así las cosas plantaron distintas variedades como malbec, syrah, merlot, sauvignon blanc, merlot y petit verdot. En cuanto a los clos, actualmente son cuatro: Clos de la Cumbre, Clos de la Roca Brava, Clos de la Corzuela y Clos del Molle Ingrato.

Este último clos le debe su nombre justamente a un árbol autóctono, por la filosofía agroecológica con la que llevan adelante el viñedo decidieron no tocar, que tiene unos 200 años. Así mismo tampoco realizaron movimientos de suelo, plantando cada vid entre las piedras existentes en el lugar.

Piedras en uno de los Clos de Achala
Piedras en uno de los Clos de Achala

Por las dificultades geográficas Guillermo nos contó que claro, no entran tractores, entonces se plantó a mano y barreta planta por planta. El hecho de estar “de este lado” de las Altas Cumbres hace que el aire pase más seco y tengan más días de sol.

En cuanto al riego, éste es presurizado y aprovechan el arroyo que alimenta al río Nono.

Y claro, después de todo esto que les vengo contando también hay vinos disponibles para conocer de qué se trata Achala Bodega Exótica y de hecho probamos algunos durante la visita.

Los dos que más me gustaron de ese mini tasting que hicimos fueron Clos de la Roca Brava Sauvignon Blanc, un blanco que ya había probado varias veces en Buenos Aires y que reconfirmó mis sensaciones. Frescura y acidez bien presentes son su marca registrada.

El otro vino fue uno de los tintos que elaboran, en este caso Clos del Molle Ingrato Syrah, ojo, no es el syrah premiado recientemente por Tim Atkin, ese salió del Clos de la Corzuela. Bien, en este caso encontré frescura, tipicidad, buen volumen, textura y un final bien redondo, uno de los vinos que más me gustó en todo el viaje.

Hasta acá lo que fue la visita al viñedo de Achala Bodega Exótica, sin duda uno de los productores más destacados de la provincia de Córdoba. Gracias a Gabriel y Guillermo por recibirnos y a Musu por hacer esta visita posible. Salú!

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