Hace unos días atrás tuve la posibilidad de comer en Bocabajo Bocarriba, la experiencia gastronómica de Nery Aimale y Sebastian Antich.
Bocabajo Bocarriba es un restaurante de 30 cubiertos, que está escondido debajo de un laundry emplazado en el corazón de la city porteña, y que nació a partir de varias causalidades.

Y es que Nery y Sebastian estaban radicados en Barcelona hasta que, en el año 2019, deciden volver a Buenos Aires trasladando su negocio de administración de departamentos de Airbnb a nuestro país.
Buscando un local que oficiase tanto de oficina inmobiliaria, así como de lavadero (para también monetizar el lavado de sabanas y toallas de los 60 departamentos que administraban) encontraron este local que tenía un sótano muy particular.
Cuando la pandemia dejó sin turismo a las ciudades, ellos convirtieron el sótano en un restaurante oculto que ofrece diferentes experiencias gastronómicas.

Bocabajo – Bocarriba empezó con un menú sencillo, con diferentes temáticas que fueron variando, hasta que poco a poco se convirtió en lo que actualmente ofrecen y pude probar en una de sus propuestas.
La cocina está a cargo de un equipo de jóvenes cocineros, con Tomás de Felice a la cabeza, y la propuesta gastronómica siempre en menú de pasos está dividida según los días de la semana.
Así comer en Bocabajo Bocarriba los lunes y martes consiste en disfrutar de la “Experiencia Argentina, la ruta del vino”, que se trata de un viaje audiovisual, gastronómico y sensorial por toda la Argentina. El vino como conductor va llevando la velada a cada una de las regiones naturales de nuestro país. Una única mesa donde llegará un menú de 6 pasos y 6 vinos.

Luego, los miércoles y jueves comer en Bocabajo Bocarriba significa vivir la “Experiencia Kamado” que consiste en un menú de 8 pasos donde el fuego es el protagonista, desde el amuse bouche hasta el postre.
Por último, los viernes y sábados ofrecen la “Experiencia Bocabajo”, un menú de 9 pasos elaborado con productos de estación que trae algunos platos de las propuestas de los días anteriores y otros exclusivos.

En mi caso comer en Bocabajo Bocarriba consistió en probar la “Experiencia Kamado” acompañada de un maridaje con distintos vinos.
Un recorrido por diferentes texturas, sabores y combinaciones que, contra mi prejuicio para con el kamado, no estaba saturado de sabores ahumados, al contrario, cada paso tenía uno u otro ingrediente que se complementaba con ese sabor.



En cuanto a los vinos para comer en Bocabajo Bocarriba cuentan con una cava con más de 60 etiquetas, seleccionadas con el objetivo de siempre tener una carta federal, que muestre la diversidad del país y pequeños productores, con un sommelier de sala que realiza el servicio.
En mi caso probé vino de Córdoba, de la Patagonia (Araucana Pinot Noir), de Salta (Yacochuya Miskilas) y de distintas zonas de Mendoza como San Pablo. Incluso hubo lugar para un rosado de la Provence.
Para destacar que todo el servicio estuvo hecho en diversas copas Riedel que eran utilizadas según el tipo de vino en cuestión.

Al momento de mi visita para comer en Bocabajo Bocarriba el menú de la “Experiencia Kamado” tenía un valor de $50.000.- (31/07/24) y de miércoles a sábados se puede optar por vino a la carta o alguno de los dos maridajes que proponen: corto o largo.
Sin dudas comer en Bocabajo Bocarriba es una opción para tener en cuenta. Gracias a Paulin y equipo por las gestiones. Salú!
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