Hace unas semanas atrás estuve en Overo Bar para lo que fue la presentación de Couce Vineyards, una bodega boutique familiar fundada por Alejandro Couce y por su esposa Graziela Padoin.
Ambos viajaron, hace cuatro años, a Mendoza en plan turístico para disfrutar de su tiempo libre y terminaron adquiriendo un viñedo en Los Chacayes, puntualmente dentro de The Vines.
En realidad la historia de Couce Vineyards arrancó en 2011 cuando Alejandro soñó con tener su propio viñedo y le preguntó a Graziela, a quien recién estaba conociendo como pareja, si se animaba a acompañarlo en esta aventura. Graziela no dudó un instante en seguir sus pasos y juntos comenzaron a desarrollar una bodega que por ahora produce dos tipos de vinos malbec de alta gama de exportación.
Alejandro Couce tiene 52 años, es licenciado en sistemas, consultor informático y de tecnología; además de fundador de Couce Vineyards. Durante 30 años se dedicó al mundo corporativo y llegó a tomarse un avión cada tres días por trabajo, hasta que decidió bajar un cambio y dedicarse al sueño de su vida: “elaborar vinos de calidad ultra premium”.

“En 2011 tuve un episodio de mucha fiebre y mientras estaba en una camilla delirando en un hospital de Río de Janeiro le dije a Graziela, a quien recién estaba conociendo: ¿Si comienzo a producir vinos en Mendoza me ayudarías? Luego, dio la casualidad de que visitamos Los Chacayes en 2020 y el viñedo que fuimos a ver había producido por primera vez en 2011, por lo que el círculo se cerraba con mi sueño y decidimos comprarlo: así fue como empezó todo”, nos contó el propio Alejandro en el evento de presentación de Couce Vineyards realizado en Overo Bar.
Rápidamente Mariana Onofri se sumó como directora de vinos de Couce Vineyards para aportar todo el conocimiento que fue adquiriendo a lo largo de su extensa carrera profesional en diversas partes del mundo.
“Cuando conocí a Mariana supe que era la persona adecuada para este trabajo porque es alguien que sabe de aromas, culturas, sabores y que ha tenido la posibilidad de trabajar en bodegas de renombre en Italia, Francia y Estados Unidos: ella está asociada por su experiencia a todo lo que queríamos hacer, que es un vino para el mundo”, explico Alejandro también.
Como les contaba más arriba el viñedo de Couce Vineyards está emplazado en Los Chacayes y es con uvas de ahí que actualmente producen los dos vinos de gama ultra premium que probamos.


Puntualmente son dos tipos de Malbec, uno llamado AleGra Reserva, que pasó 22 meses en barricas de roble francés de primer uso y es, según contaron, “el único de América Latina en su tipo, debido a que sumando 10 meses de reposo en botella, cuando el producto llega a la mano del consumidor ya tiene más de 32 meses de trabajo”.
El otro representante es AleGra Alamela elaborado en honor a los hijos de Alejandro y Graziela y es un vino más joven que pasa 8 meses en barrica de roble francés.
Entre ambos, hoy día puedo decir que me gustó más el AleGra Alamela, más cercano a un vino con buena frescura y expresión de fruta que quizá no necesita un plato fuerte para disfrutarlo, de todas maneras bien oportuna fue la explicación de Mariana al respecto: “No estamos haciendo vinos para beber en el año. Son vinos que tienen un muy lindo futuro por la uva, el grosor de la piel y la acidez, están apuntados a ese camino: se llevan muy bien con la guarda y el añejamiento”.
Siempre es una buena noticia encontrar proyectos que tienen una historia detrás y, sobre todo en este caso, una pasión y decisión por elaborar el mejor vino posible más allá de los imponderables que siempre existirán. Gracias Juan Pablo y Nicolás por la invitación; y a Alejandro, Graziela y Mariana por el tiempo y la predisposición para contarme todo lo que tiene que ver con Couce Vineyards. Salú!
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