En octubre de 2022, Villa Crespo, uno de los barrios más dinámicos de Buenos Aires, fue testigo del nacimiento de un nuevo concepto gastronómico: Corriente. Este restaurante, con capacidad para 40 cubiertos, representa la búsqueda personal de dos arquitectos que querían llevar su visión estética y culinaria a la mesa.

Así fue como Juan Manuel Peyregne y su socio encontraron en una antigua fábrica de dulce de leche el lugar perfecto para crear un espacio alternativo y vanguardista, que fusiona la arquitectura industrial con una propuesta gastronómica innovadora.

Corriente es mucho más que un restaurante; es un reflejo de la inquietud creativa de sus fundadores. Inspirados en proyectos arquitectónicos de Holanda y Japón, así como en el icónico Centro Pompidou de París, los arquitectos apostaron por un diseño que combina elementos industriales y minimalistas.

Las paredes de hormigón expuesto, las cañerías a la vista y el uso de celulosa proyectada para controlar la acústica crean un ambiente especial, que no deja de ser un desafío a las normas tradicionales del diseño de interiores en la gastronomía.

Desde su apertura, Corriente se ha consolidado como un espacio que ofrece una experiencia integral, donde el diseño arquitectónico, la gastronomía y el vino se unen en perfecta armonía. El equipo de sala, brinda un servicio descontracturado pero atento.

Cada detalle del mobiliario fue diseñado a medida, desde las mesas de acero inoxidable quirúrgico hasta las fraperas de vidrio soplado, una muestra del equilibrio entre lo artesanal y lo moderno. El resultado es un espacio “fluido y cambiante”, que combina lo perfecto y lo imperfecto, según describen sus creadores.

Con solo 40 cubiertos, Corriente se presenta como una propuesta íntima y exclusiva, perfecta para quienes buscan algo diferente en la creciente oferta gastronómica de Buenos Aires. La propuesta culinaria de Corriente sigue la misma línea de originalidad que su diseño.

La carta, diseñada para ofrecer una experiencia versátil, está dividida en snacks, platitos, platos y postres. Además, incluye opciones vegetarianas y aptas para celíacos, asegurando que todos los comensales encuentren algo que se ajuste a sus gustos y necesidades.

Carta de vinos en Corriente
Carta de vinos en Corriente

Durante mi visita, tuve la oportunidad de probar algunos de los platos destacados de la casa. La entrada fue una provoleta con espuma de polenta, chimichurri y cebolla crispy, un plato que combina texturas y sabores tradicionales de una manera sorprendente.

Como principal, fui por un tiro seguro: la milanesa, en este caso de ojo de bife con pesto de tomates, brie y papas fritas, una reinterpretación de un clásico porteño con un toque gourmet.

Finalmente, el postre fue un creme brulee de chicha morada, ananá y lima, que cerró la cena con una combinación refrescante y original.

En todos los casos los platos fueron lo suficientemente abundantes como para compartirlos.

Otro de los grandes atractivos de Corriente es su carta de vinos, que se describe como “anárquica y cambiante”. La selección está a cargo de la sommelier Eugenia Iribarren, quien se encarga de curar una oferta que incluye tanto vinos nacionales como etiquetas internacionales, con especial atención a regiones menos exploradas en Argentina, como Australia y Nueva Zelanda.

Según cuentan, la carta está en constante rotación, lo que asegura que cada visita al restaurante sea una experiencia nueva.

Durante mi cena, el vino que acompañó los platos fue el c94482n53 Criolla Grande, una creación especial de Corriente en colaboración con la bodega Universo LB. Este vino, con una personalidad vibrante y un perfil fresco, maridó perfectamente con cada plato, destacando la versatilidad de la cocina del restaurante y dando una muestra más de que la variedad es una gran opción gastronómica.

Contra etiqueta de Criolla Grande Universo LB
Contra etiqueta de Criolla Grande Universo LB

Lo que percibí de Corriente es que es un restaurante en constante evolución, y esa es quizás una de sus mayores virtudes. En menos de dos años, ha logrado posicionarse en la gastronomía contemporánea de Buenos Aires, y su futuro promete aún más sorpresas.

Con una propuesta que se aleja de lo tradicional, tanto en el diseño como en la cocina, Corriente es una invitación a disfrutar de una experiencia única.

Para aquellos que buscan explorar lo nuevo en el mundo de la gastronomía, Corriente, ubicado en Ferrari 384, Villa Crespo, es sin duda un destino imprescindible. Abierto de miércoles a sábados de 20 a 00 horas, es el lugar perfecto para dejarse llevar por un viaje culinario que no es nada corriente.

Pueden conocer sobre otros lugares en los que estuve comiendo haciendo click acá.

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