Hace unas semanas atrás estuve en lo que fue la presentación de Finca Nazarenas, lo nuevo de Achaval Ferrer.
Y es que en el universo del vino argentino hay proyectos que trascienden las modas y se convierten en referencias. Uno de ellos es, justamente, la línea Fincas de Achaval Ferrer, que año a año resume en trees (ahora será en cuatro) etiquetas la interpretación de viñedos centenarios distribuidos entre Luján de Cuyo, el Este mendocino y el Valle de Uco.

Para la añada 2021, la familia de Fincas suma un nuevo integrante: Finca Nazarenas, proveniente de Agrelo, Luján de Cuyo, que se lanza oficialmente con la cosecha 2021. Un malbec que, como el resto de la colección, proviene de un viñedo plantado en la primera mitad del siglo XX, y que gracias al trabajo paciente del equipo enológico, hoy logra su expresión más precisa y sofisticada.
Esta finca es en la que está ubicado Quimera, en Agrelo. Gustavo Rearte, enólogo de Achaval Ferrer y presente en la degus, nos contó que fue plantada en 1923 y está asentada sobre un cono aluvional con suelos arcillosos y profundos de más de 1,5 metros, a unos 950 metros sobre el nivel del mar. Para el propio Tavo “se trata de un terruño que ofrece una combinación notable entre madurez frutal y frescura natural”.

Ya en lo que fue el proceso en sí mismo, Gustavo nos contó que luego de varios años de trabajo paciente para entender sus bloques y afinar sus fermentaciones, en 2021 Finca Nazarenas mostró por fin toda su singularidad: “Su perfil especiado y frutado, sus taninos suaves y su paladar sedoso lo posicionan como un vino con carácter y delicadeza, ideal para completar el espectro estilístico de la colección”.
El lanzamiento de Finca Nazarenas 2021 completa un recorrido de más de dos décadas en la que Achaval Ferrer ha sabido posicionarse como un referente en la interpretación del malbec mendocino. La nueva cosecha de sus cuatro Fincas no solo confirma la consistencia del proyecto, sino que anticipa grandes emociones para quienes disfrutan descubrir en una copa la historia que cuenta cada terruño.
Aprovechando la ocasión de presentar Finca Nazarenas también probamos la nueva añada 2021 del resto de los vinos que componen la línea, todo con el plus de hacerlo también con una añada vieja seleccionada especialmente para la ocasión.


Así degustamos Finca Nazarenas 2021 y Finca Nazarenas 2015, un vino elaborado en su momento por Melipal, que Tavo eligió para mostrar cómo los antiguos propietarios y consultores entendían esa zona de Agrelo.
El resto de vinos fueron Finca Mirador 2021 y Finca Mirador 2014; Finca Bella Vista 2012 y Finca Bella Vista 2021 y, Finca Altamira 2021 y Finca Altamira 2016.
Mis favoritos de las añadas nuevas fueron Finca Bella Vista, Finca Nazarenas, Finca Mirador y Finca Altamira mientras que los que más me gustaron de las añada viejas fueron otra vez Finca Bella Vista, Finca Altamira, Finca Mirador y por último Finca Nazarenas.
En conclusión, probamos vinos de una añada muy buena (la 2021), una nueva finca para explorar, y una colección que sigue escribiendo algunas de las mejores páginas del vino argentino.
Gracias a Mayra, Gustavo y todo el equipo por la invitación. Salú!
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