El martes pasado me di una vuelta por lo que fue la presentación de Floralia, los vinos de mínima intervención que elaboran Alejandro Colo Sejanovich y Jeff Mausbach.
Esta primera línea de baja intervención está, de alguna manera, a cargo de Gaspar Mausbach, hijo de Jeff, y es un proyecto que comenzó a gestarse durante el 2020, en plena pandemia.
Gaspar hizo vendimia en Mendoza y otros lugares del mundo y desde siempre venía empujando para que se elabore vinos con menor intervención, así luego de varios ensayos, finalmente en 2022 vieron la luz un blanco de sauvignon blanc, un rosado de pinot noir y un tinto que es una cofermentación de bonarda y syrah.
Todos vinificados con fermentación espontánea y sin agregado de sulfitos salvo al momento del embotellado. Además, como otra intervención está el hecho de que son filtrados.
Su nombre Floralia está inspirado en la fiesta que realizaban los romanos en honor a Flora (casualmente el nombre de otro de los vinos que hacen) en la que primaba el jolgorio, las reuniones sociales y el disfrute.
Además, las etiquetas son todas iguales en el frente, solo cambia la contra etiqueta, y están ilustradas por la artista venezolana CariBay y tienen la intención de mostrar el regreso al aire libre, las reuniones, el reencuentro. Algo que quieren expresar con estos 3 vinos.
Vinos que comentaron siempre serán un blanco, un rosado y un tinto pero que pueden ir cambiando de variedades o de técnicas de elaboración.



Floralia Blanco son 2600 botellas de un sauvignon blanc de la zona de Los Árboles, en Tunuyán, el cual tiene una prensa oxidativa y fermentación en huevos de concreto. Luego del desborre lo pasan a otro huevo de concreto con algo de merma para obtener un velo de flor. Ahí está unos 9 meses.
Bien fresco, tiene acidez media y un interesante volumen que logra a partir de la elaboración. También tiene un toque salino y un final fresco.
Floralia Rosado son unas 5500 botellas de pinot noir que también viene de Los Árboles, fermenta en huevos de concreto y al que no fue necesario macerar en frío.
Bien expresivo en nariz, hay algo floral y una fruta roja delicada. De cuerpo medio, prima la acidez y el paso más bien ligero.
Por último, Floralia Tinto son 6000 botellas de una cofermentación de bonarda de Ugarteche, la misma que utilizan para Nat Cool, y syrah de Las Pareditas.
Para vinificarlo utilizaron la técnica de maceración carbónica y cofermentaron en piletas de cemento.
Gaspar contó que eligieron estas variedades porque es lo que estaba a disposición para los ensayos aunque también agregó que para él la bonarda “era necesaria para lograr un vino fresco”.
El resultado es un vino con mucha fruta roja presente, de acidez media, en la boca aparece el toque especiado aunque no pierde frescura y jugosidad.

Nuevas alternativas para quienes están en la búsqueda de novedades en cuanto a vinos de mínima intervención y una nueva opción entre las tantas que elaboran el Colo y Jeff bajo el paraguas de Mil Suelos.
Gracias a Maya, Ezequiel y todo el equipo por la invitación. Salú!
¿Te gustó lo que leíste? ¡Invitame un cafecito!


De profesión periodista, desde el año 2014 tengo este espacio en el que comunico el maravilloso mundo del vino. Desde hace más de 3 años realizo contenidos digitales para distintas bodegas y vinotecas de la industria. Acá vas a encontrar crónicas, entrevistas y alguna que otra recomendación. Parte de Argentina Wine Bloggers, fui jurado del Concurso Vino Sub30 edición 2015. Además fui finalista de los Born Digital Wine Awards 2017 y tengo hecho el WSET® L2 Wines & Spirits. Gracias, vuelva prontos!